Fotos realizadas en 2019
Fotos de Olhão en Algarve Portugal
Olhão es una ciudad portuguesa del distrito de Faro, en el Algarve. El municipio incluye una parte continental y la isla de Armona, en la ría de Formosa. El antiguo barrio de pescadores, se extiende hasta la orilla de la ría.
Mercado de Olhao
El edificio del mercado municipal de abastos se encuentra en la avenida del 5 de octubro, a orillas de la Ría Formosa. Consta de dos naves, una vende pescado y marisco frescos y la otra es de carne, frutas y verduras.
Puerto
El puerto pesquero recibe toneladas de peces para su distribución y venta junto a él se encuentra el puerto turístico deportivo, con espacio para 350 embarcaciones. El Festival del Marisco se realiza en el mes de agosto y se ubica en el Jardim Pescador Olhanense, cerca de Ría Formosa.
Esculturas
Podemos ver una escultura de la estatua del niño de ojos grandes (Menino de olhos grandes) en una plazuela. Cuenta la leyenda de la aparición, en la zona del Largo do Carolas, de un niño encantado bajito de ojos grandes con una camisa, que no paraba de llorar en la noche. Se aparecía a los pescadores llorando muchísimo, entonces lo cogían en brazos para consolarlo, pero el llanto y su peso aumentaban y cuando lo soltaban en el suelo el niño desaparecía.
La Leyenda del Moro Encantado (Lenda do Mouro Encantado). Pueden ver unas esculturas de niños jugando representado esta leyenda. Manuel Caleça, un joven pescador, jugaba en la calle a la pelota con sus amigos cuando un extraño joven moro se quiso unir a ellos. El extraño no tenía habilidad para el juego, y le pidió a Manuel jugar en otro lugar; levantó una trampilla y lo llevó a un palacio repleto de riquezas.
Manuel quería volver con su familia, pero el joven, de manera invisible, siempre le acompañaba, y no le dejaba irse. El encanto, desapareció cuando Manuel fue a misa y comulgó. Entonces se fue el encanto y el moro de su lado.
En la Praça Patrão Joaquim Lopes, se encuentra la estatua de Floripes. La Leyenda de Floripes: Una noche, un joven de la localidad, Julião, vio a una mujer con un vestido blanco que caminaba descalza hacia él.
La mujer se llamaba Floripes y le confesó ser una mora encantada que esperaba el regreso de su padre, que huyo a su país tras la llegada de los cristianos, y la dejó ahí encantada. Se cuenta que la joven se aparece por las noches a los hombres de la ciudad, instándoles a cruzar la ría con una vela encendida, a cambio de prometerle su amor, el matrimonio y su reino. Se dice que todo aquel que lo intenta, acaba en el fondo de la ría.
Grafitis
Por la rua Major Caldas, Sete Cotovelos y António Lopes llegamos a la zona de las antiguas fábricas conserveras, adornadas hoy con grafitis que recuerdan las labores de estas naves.